Montaje de varias piezas de títeres llevado a comunidades alrededor de la isla como acto de solidaridad y apoyo. Comienza con una intervención de dos de los “Vividores del Pueblo”, el Gobierno y el Desarrollador, acompañados de otros personajes en máscaras. La presentación continúa con la pieza de títeres de guante “Cuentos Trágicos y Cómicos del Barrio” en donde Judy y su hijo Ponchito se enfrentan a varias situaciones de discrimen y abuso. En el primer cuento, Judy es discriminada en un hospital por no poder pagar un buen plan médico. En la segunda, Judy es tentada por un reclutador que se quiere llevar a su hijo a las fuerzas armadas de Estados Unidos. En la última historia, Judy se enfrenta a un policía abusador. Estos cuentos están llenos de la picardía típica de los títeres de guante bajo un contexto de realidad social y política.
El montaje continúa con la pieza principal “En Mi Barrio Se Puede” hecha en títeres “humanettes” en los cuales la cara del títere es una máscara utilizada por el titiritero y las manos son también las del manipulador. La historia es la de un barrio que va a ser expropiado porque un desarrollador quiere hacer un complejo de vivienda para ricos. La comunidad se organiza, lucha y logra preservar el barrio. El proceso creativo fue de naturaleza colectivo y el montaje involucra a alrededor de 10 titiriteros.